domingo, 28 de abril de 2013

IMPRESIÓN POST-RESACA

¡Menuda paliza tengo en el cuerpo! Calculo que habré dormido una media de 5 horas diarias, lo cual, para mí, pariente cercana de las marmotas es harto insuficiente. Por otra parte, el viaje organizado en plan borreguil no me ha molado mucho, porque no tienes libertad para hacer nada. Te levantan todos los días a unas horas intempestivas con la excusa de que hay mucho que ver, pero luego no tienen problema en perder 2 horas en una alfombrería, o en una joyería o en una peletería para que compres. Está claro que para recorrer lo que hemos recorrido, los kilómetros no hay quien te los quite, pero ahora que conozco el terreno, veo que se pueden hacer perfectamente y sin problemas alquilando un coche y viajando a tu aire, con más tiempo y más relajado. Menos mal que en Estambul ya estábamos a nuestro aire.

Mis impresiones sobre este viaje no son tan categóricas como las de viajes anteriores. Supongo que cuando en algún momento de esta semana o de la que viene consiga conectar mi mente con mi cuerpo, es posible que me dé cuenta de que Turquía me ha gustado más de lo que ahora mismo soy capaz de procesar.

La verdad es que ha sido un viaje muy variopinto. En Capadocia y Pammukale hemos tenido paisaje y naturaleza. Por cierto, ¡he montado en globo! Ruinas romanas en Éfeso y en Estambul de todo un poco. Es una mole de ciudad. ¡15 millones de habitantes! Un tercio de España, para fliparlo, no cabe en mi cabeza. Me pareció una ciudad diferente a lo que yo imaginaba. No sé cómo explicarlo. Tiene muchos ambientes. Si te vas a la zona de Pera, podrías creer que estás en cualquier ciudad europea. Si te vas al bazar egipcio y alrededores, rollito oriental y alrededor de las mezquitas, ambiente islámico. Cuando navegas por el Bósforo, uno de los puentes bien podría ser el Golden Gate y caminando por algunas calles, la sensación era como estar en Truckee (USA).  Por cierto, entramos en una mezquita durante la hora de oración y nadie nos puso ninguna pega. En los alrededores tenían montada una fiesta de escándalo. Todo el mundo comiendo en el césped, en los garitos… Hemos coincidido con el final del Ramadán y parece que es normal este tipo de celebraciones. La gente, en general, bastante amable, aunque también diría lo mismo, que hay varios tipos de turcos. Algunos muy serios e incluso antipáticos y otros más del estilo de lo que conocí en Marruecos. Son unos maestros para enrollarse con la turista y adularla. Eso sí, me han decepcionado un poco en cuanto a buenorrez. No he visto muchos turcos guapos y los guapos tampoco eran de quitar el hipo. Se ve que me había creado muchas expectativas. Eso sí…………………¡he visto una polla turca! Ahí lo dejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario